Fernando Alonso ha vuelto. Ferrari, también. El GP de Bahrein fue el día de la 'Triple F': Fernando, Felipe y Ferrari. La conexión latina salió de esta primera carrera de la temporada con el pleno de puntos y marcando ya las distancias con los adversarios, apuntando directamente al título, ante el júbilo de 'ferraristas' y 'alonsistas', finalmete unidos por el destino.
La alegría de Alonso era más que comprensible. Llegar y ganar con Ferrari es precisamente lo que deseaba y de ahí que volviera hacer 'los pajaritos' con más intensidad que nunca. Anteriormente sólo tres pilotos habían ganado en su debut con Ferrari: Giancarlo Baghetti, Nigel Mansell y Kimi Raikkonen. Fernando Alonso quisiera imitar a éste, que además conquistó el título en su primera temporada con la Scuderia, aunque espera que con mayor traquilidad.
El triunfo de Alonso se cimentó en dos tiempos: la salida –de aquellas que los aficionados quieren ver– en la que se impuso audazmente a Massa, y su ataque una vez pudo deshacerse de Vettel, el 'poleman', a quien estuvo marcando desde la primera vuelta. Ya líder, el asturiano dió el hachazo: dos vueltas increíbles para abrir el hueco definitivo con Massa, que acabó entregado al 'jefe', a 16" de Fernando pero con margen sobre Lewis Hamilton, que subió al tercer escalón del podio.
El peligro se llama Vettel
Sin embargo sería peligroso dejarse llevar únicamente por el resultado. Fernando ha ganado, sí, pero tuvo que esperar a que un fallo en el el motor Renault de Sebastien Vettel cortara de raíz las aspiraciones del joven alemán.
Los primeros dos tercios de carrera estuvieron controlados por el piloto de Red Bull de la forma que a él le gusta hacerlo: saliendo desde la pole y abriendo un hueco. Eso sí,un hueco mucho menor de lo que hubiera deseado, porque semantuvo entre 1 y 3 segundos. Una ventana en parte deseada por Alonso para cuidar sus gomas.
El alemán,una vez detectó su problema, no intentó defender su posición con uñas y dientes. Sabía que Fernando, Felipe y Hamilton lo iban a masacrar. Los dejó pasar con un objetivo claro: no perder tiempo en la defensa e impedir que el pelotón integrado por Rosberg, Schumacher, Button y Webber (aquí hubo pelea) le diera alcance. Lo logró a base de sacar el resto en los últimos giros.
Este primer GP ha dejado claro lo que muchos intuían tras los test invernales: Ferrari y Red Bull son los más rápidos. McLaren está detrás gracias a Hamilton mientras que Button sufre con su compatriota y su carrera fue discreta para un campeón. Y los Mercedes cierran el pelotón de cabeza.
Detrás, la batalla por los puntos, por las dos plazas que restan libres, será árdua. De la Rosa y Alguersuari dejaron claro que pueden aspirar a ellas. Hicieron la primera parte de carrera juntos, 'frenados' por Kobayashi; los dos españoles tuvieron ritmo, pero Pedro debió abandonar por el hidráulico y Alguersuari pagó el hecho de ir a dos paradas, único piloto en hacerlo, acabando 13º, que es su mejor clasificación en la F-1.
La salida fue un poco confusa. El Red Bull de Webber lanzó humo en la tercera curva, provocando trompos de Sutil y Kubica. Y Hulkemberg hizo un trompo en el que casi se lleva por delante a Pedro y Jaime.
La alegría de Alonso era más que comprensible. Llegar y ganar con Ferrari es precisamente lo que deseaba y de ahí que volviera hacer 'los pajaritos' con más intensidad que nunca. Anteriormente sólo tres pilotos habían ganado en su debut con Ferrari: Giancarlo Baghetti, Nigel Mansell y Kimi Raikkonen. Fernando Alonso quisiera imitar a éste, que además conquistó el título en su primera temporada con la Scuderia, aunque espera que con mayor traquilidad.
El triunfo de Alonso se cimentó en dos tiempos: la salida –de aquellas que los aficionados quieren ver– en la que se impuso audazmente a Massa, y su ataque una vez pudo deshacerse de Vettel, el 'poleman', a quien estuvo marcando desde la primera vuelta. Ya líder, el asturiano dió el hachazo: dos vueltas increíbles para abrir el hueco definitivo con Massa, que acabó entregado al 'jefe', a 16" de Fernando pero con margen sobre Lewis Hamilton, que subió al tercer escalón del podio.
El peligro se llama Vettel
Sin embargo sería peligroso dejarse llevar únicamente por el resultado. Fernando ha ganado, sí, pero tuvo que esperar a que un fallo en el el motor Renault de Sebastien Vettel cortara de raíz las aspiraciones del joven alemán.
Los primeros dos tercios de carrera estuvieron controlados por el piloto de Red Bull de la forma que a él le gusta hacerlo: saliendo desde la pole y abriendo un hueco. Eso sí,un hueco mucho menor de lo que hubiera deseado, porque semantuvo entre 1 y 3 segundos. Una ventana en parte deseada por Alonso para cuidar sus gomas.
El alemán,una vez detectó su problema, no intentó defender su posición con uñas y dientes. Sabía que Fernando, Felipe y Hamilton lo iban a masacrar. Los dejó pasar con un objetivo claro: no perder tiempo en la defensa e impedir que el pelotón integrado por Rosberg, Schumacher, Button y Webber (aquí hubo pelea) le diera alcance. Lo logró a base de sacar el resto en los últimos giros.
Este primer GP ha dejado claro lo que muchos intuían tras los test invernales: Ferrari y Red Bull son los más rápidos. McLaren está detrás gracias a Hamilton mientras que Button sufre con su compatriota y su carrera fue discreta para un campeón. Y los Mercedes cierran el pelotón de cabeza.
Detrás, la batalla por los puntos, por las dos plazas que restan libres, será árdua. De la Rosa y Alguersuari dejaron claro que pueden aspirar a ellas. Hicieron la primera parte de carrera juntos, 'frenados' por Kobayashi; los dos españoles tuvieron ritmo, pero Pedro debió abandonar por el hidráulico y Alguersuari pagó el hecho de ir a dos paradas, único piloto en hacerlo, acabando 13º, que es su mejor clasificación en la F-1.
La salida fue un poco confusa. El Red Bull de Webber lanzó humo en la tercera curva, provocando trompos de Sutil y Kubica. Y Hulkemberg hizo un trompo en el que casi se lleva por delante a Pedro y Jaime.
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